Trufa Negra en su Jugo Tuber Melanosporum
Esta trufa negra de invierno es de la variedad Tuber melanosporum. El tarro de trufa en su jugo, contiene una trufa conservada de forma natural. Su proceso de producción es todo un arte, sencillo pero metódico consistente en lavar y cocer las trufas, tan sólo añadiendo agua y un poco de sal. La cocción se realiza a la temperatura óptima para que la trufa suelte el jugo que se necesita para ser conservada sin perder ni una pizca de su increíble sabor.
Este método de conservación es uno de los más usados en la gastronomía francesa, con gran tradición en trufa. No contiene ni colorantes ni conservantes, ni ningún otro tipo de aditivo o aroma químico. Gracias a la elaboración artesanal de este producto la trufa consigue mantener sus propiedades y desarrolla aromas y sabores únicos. La trufa de esta variedad tiene algo más de 80 componentes aromáticos que consiguen compensarse entre sí ofreciendo un resultado final sutil y perfecto. La Tuber melanosporum la variedad más compleja, olfativamente hablando, por lo que durante el procesos de cocción se tiene especial cuidado para no perder ninguno de esos aromas característicos. Esta trufa en su jugo está altamente recomendada para rellenos, salsas, pastas, etc. La trufa se puede añadir a las preparaciones de forma laminada o rallada. La trufa rallada puede integrarse en las elaboraciones y el jugo también, añadiendolo en el último minuto de cocción. De esta manera consigues conservar toda la esencia del jugo de la propia trufa en su jugo, y no pierdes nada de sabor con la evaporación. El envase de vidrio puede conservarse sin abrir hasta un máximo de 5 años, siempre que se ponga en un lugar fresco y seco. Una vez se abra el envase deberá de meterse en el frigorífico un máximo de 7 días.
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