Con un siglo de bagaje, Imperial Reserva es uno de los grandes bienes del vino español, un vino cuyas pautas de vinificación demuestran que muchas cosas se están transformando en el mundo de los vinos de larga crianza nacionales y que CVNE no es ajena a estos cambios. Un sorprendente ejemplo de cómo esta bodega centenaria reivindica la tendencia a elaborar vinos sumamente sutiles, respondiendo a modernos parámetros de elaboración y filosofía y acercándose a los gustos actuales del mercado, pero sin perder un ápice la esencia que lo ha hecho legendario.

Pocas marcas del mercado del vino español tienen una carta de presentación y una repercusión como la que disfruta este símbolo de la Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE), una firma que, durante más de un siglo, ha ido ampliando su magnífico patrimonio vitícola y ha ido creciendo, no sólo en el Barrio de la Estación, sino con vanguardistas proyectos en diferentes épocas de su historia, como la creación de Bodegas y Viñedos del Contino o Bodegas Viña Real.

Tras un proceso de doble selección, en el campo y en bodega, y su preservación en frío durante 24 horas, la uva que da origen a Imperial Reserva , procedente de viñedos de más de 40 años, se traslada por gravedad a tinas de roble francés, donde realiza la fermentación alcohólica. Una larga crianza de dos años en barricas de roble francés y americano, y un redondeo final del vino en botella, durante tres años más, perfilan un excelso tinto de la D.O.Ca. Rioja que solo se elabora en cosechas excepcionales.