Pago de los Capellanes Roble  se hace en la viña, así lo afirma la familia Rodero. Sólo mimando las cepas de tempranillo como merecen se obtienen grandes mostos con los que elaborar toda la gama de Pago de los Capellanes: desde este Joven Roble a todas las grandes etiquetas que esta bodega ha situado en el top de la denominación castellanoleonesa.

Este tinto está elaborado con tempranillo de una selección de viñedos de la bodega situados en La Horra, Pedrosa de Duero y Gumiel de Mercado (Burgos), con una edad mínima de 25 años. Viñas que crecen en suelos arcilloso-calcáreos, muy pobre de fertilidad y baja producción. La añada 2022 brindó excelente maduración fenólica, grado alcohólico más bajo y una acidez moderada.

Tras la vendimia, las uvas realizaron una maceración prefermentativa en frío durante casi una semana por debajo de 10º C. A continuación fermenta con levaduras seleccionadas autóctonas a temperatura controlada en depósitos de acero. Fermentación maloláctica espontánea a baja temperatura, y finalmente, crianza en barricas de roble francés de 300 litros durante 5 meses.

Acostumbrados a recibir altas puntuaciones en las guías y el aplauso de la crítica, los vinos de Pago de los Capellanes cuentan con una verdadera legión de seguidores que no se conforma con cualquier otra etiqueta de Ribera del Duero.

El origen del nombre de la bodega se remonta al siglo XV, cuando los capellanes de Pedrosa del Duero consiguieron hacerse con varios viñedos, conformando un Pago. Con la desamortización en el siglo XIX, estos bienes dejaron de ser eclesiásticos y pasaron a manos particulares. Los Rodero consiguieron volver a adquirir el pago familiar y fundar en 1996 una bodega que ha logrado gran prestigio.