La crianza marca la diferencia de este gran vino con larga crianza en barricas de roble de varios vinos (para no marcar demasiado el vino): 36 meses para el Tempranillo, 30 meses para la Garnacha. Luego, los vinos se ensamblan en barrica y luego se embotellan en 2017. Vinatis tiene la suerte de poder ofrecer un vino con ya algunos años de crianza en botella. Es una rara oportunidad en la vida de un aficionado ya que los vinos nunca han salido de la bodega desde su embotellado. Así, el aroma revela una magnífica intensidad de frutos rojos y negros muy frescos de gran complejidad. La densidad de la boca seduce con su poder de terciopelo y su perfecto equilibrio entre afrutado y delicadas notas amaderadas. El final gana la apuesta de frescor en longitudes increíbles donde se perciben algunas notas de trufa, sotobosque debido a la evolución en botella. He aquí una botella rara que no debes perderte.