La añada 2016 en Marqués de Vargas comienza con un desborre tardío; pero
unas excelentes condiciones de floración y fecundación en todas las
variedades, dieron origen a un rendimiento cuantitativo potencial muy
importante.
Durante todo el año agrícola se han ido adaptando los trabajos de los suelos y
de la vegetación buscando el equilibrio de las viñas. A destacar también el
correcto equilibrio vegetativo y sanitario de todo el viñedo.
Después de un invierno y una primavera más bien lluviosa, las condiciones
climáticas han sido secas, con temperaturas muy altas y con mucho sol; y ya, a
final de julio, las parcelas mas cualitativas y precoces comenzaron a ralentizar
su desarrollo vegetativo.
La maduración se ha desarrollado de manera correcta, estando condicionada
por un déficit hídrico notable. Se han dado altas temperaturas veraniegas y
fuertes amplitudes térmicas durante las semanas precedentes al inicio de la
vendimia de las diferentes parcelas. La vendimia se ha desarrollado entre el 22
de septiembre y el 21 de octubre de forma selectiva y muy escalonada para
cortar la uva en el momento óptimo de madurez.

Vendimia manual en cajas de 12 kg, según la maduración y variedad de cada
parcela. Los racimos entran en las cámaras de refrigeración a los pocos
minutos de ser recolectados. Allí permanecen toda la noche a una
temperatura homogénea de 6-8º C para ser seleccionados manualmente al
día siguiente en la mesa de vendimia.
Las elaboraciones en los depósitos se han adaptado teniendo en cuenta cada
tipo de suelo. Utilización de levaduras autóctonas de las distintas parcelas.
Para el proceso de crianza, el uso de los diferentes tipos de roble ha estado
determinado por el respeto por la fruta y la suavidad de los taninos en el
coupage final.